viernes, 6 de septiembre de 2024

RENOVACION

Buscaba un poco de paz a esos días emocionalmente ajetreados que le precedían a esa mañana, debía pensar - o no pensar- en lo ocurrido y no había mejor lugar que el café de siempre, su cubil felino como le llamaba.

Como cada vez que iba, el amable valet parking le abrió la puerta del auto, pero se limitó a darle los buenos días, no hizo preguntas o intentó entablar una conversación como otros días, como si supiera que algún tipo de pensamiento pesado recaía sobre su mente.

- Lo de siempre, por favor- pidió, era la ventaja de ir al mismo lugar.

Tomó una mesa con vista a la gran avenida, que lucía muy tranquila para esa hora: 7:03 am; el único ruido que había en aquel momento era el murmullo de quienes pedían su café para llevar y tratar de llegar a tiempo al trabajo pero, sumado a sus absortos pensamientos, se colocó sus audífonos y ya sonaba una canción: "Hoy te intento contar / que todo va bien, aunque no me lo creas, / aunque a estás alturas / un ultimo esfuerzo, no valga la pena..." Justo eso se preguntó ¿Vale la pena el esfuerzo? Se hundió en mil pensamientos, o quizá ninguno. Se sentía cansada y abrumada por todo lo que pasaba. Bebió un sorbo de su café, un aliciente para su alma. Tenía la mirada perdida hacia la calle, poco a poco había más personas en la calle caminando cada vez más apresuradas por el ineludible paso del tiempo: 7:33 am. "I used to roll the dice / feel the fear in my enemy's eyes / listened as the crowd would sing / Now the old king is dead! / long live the king..." sonaba esta vez, y le agradó la idea que algo había muerto con lo acontecido para dar paso a una renovada ella, poco a poco se convenció que reinventarse era la mejor forma de comenzar a sobreponerse a todo. Bebió un sorbo más. Prestó más atención a su alrededor y estaba lleno el lugar con personas que veían su reloj con cierta desesperación: 7:52 am.

Estar ahí con su café, en la tranquilidad matutina que le daba su refugio, la hacía encontrarse con sí misma y recordó un poema de Quevedo. Sonrío porque había entendido, después de 15 años, un fragmento que nunca había tenido sentido: Vivo en conversación con los difuntos / y escucho con mis ojos a los muertos. Había conversando con su difunta y desde el fondo vio a su recién yo muerta. Volvió a sonreír. Alzó su vaso a modo de brindis y bebió el último sorbo de café en honor a la reciente muerte. Tenía la paz que se logra cuando haces las paces con alguien.

Miró el lugar con más detalle: las personas sonreían con tranquilidad, el bullicio se hacía presente al quitarse un auricular, era ya una hora más relajada (8:21 am). Había llegado el momento de volver a la realidad pero con una nueva mirada y una nueva actitud, sacudirse las culpas y los rencores por los problemas existentes. Se puso de nuevo el auricular y salió de su cubil escuchando a Serrat: "Hoy puede ser un gran día, duro con él..."


jueves, 5 de septiembre de 2024

(Re)Apariciones


Si he de ocupar un adjetivo para describir la (re)aparición de alguien en mi vida hace pocos días es sorpresa; sin duda alguna hay personas que están en tu vida por un tiempo y se van para no volver, otras que están presentes de manera intermitente, algunas más -las menos- que están sin estar y una que otra que se va y vuelve para revolucionar tu mundo... es ahí cuando todo se vuelve inesperadamente sorpresivo.


Estas (re)apariciones nos hacen pensar en aquellos años cuando todo era "fácil" porque se vive al amparo de la dirección de los adultos pero el tiempo es despiadado y la edad (o la realidad) nos alcanza y la nostalgia se hace presente, uno recuerda las ilusiones y metas que tenía cuando se era (más) joven:  recuerdas los buenos momentos y reflexionas en los errores, revisas los objetivos palomeando o replanteando, sientes enojo por ciertas cosas y alegría por muchas otras y (¿por qué no?) evocas viejos amores y (por un muy breve momento) hasta te puedes plantear un escenario de lo que pudo ser.


Mi tarde estuvo invadida por el embriagante perfume de la melancolía, ese que hace que mágicamente  te transportes a un momento específico, y me hizo recordar algunos de mis sueños de esos años y a reflexionar cómo poder conjugarlos con los actuales, es por ello que me encuentro (re)apareciendo en este blog que, aunque abandonado más nunca olvidado, me permite tener un pequeño escape para mantener mi esencia.


Se que las diversas plataformas superan por mucho la capacidad de difusión de las cosas pero por ahora este espacio y un buen café son suficiente para verter mir pensamientos, historias, cuentos, chistes y como lo dice el encabezado: INTENTOS FALLIDOS DE POESÍA Y OTROS MALVIAJES... 


Nos leemos pronto.